sábado, 17 de julio de 2010

El Cáncer transgrede las vidas


Las mujeres diagnosticadas con cáncer cervicouterino no sólo deben luchar frente a este mal, sino también contra el impacto emocional que esta enfermedad produce en su vida cotidiana y en su relación de pareja.

Las mujeres diagnosticadas con cáncer cervicouterino no sólo deben luchar frente a este mal, sino también contra el impacto emocional que esta enfermedad produce en su vida cotidiana y en su relación de pareja. Por eso, a decir de los especialistas, también es necesario que reciban apoyo psicológico para lograr sobreponerse a esta condición clínica.

En la actualidad el cáncer cervicouterino, cuyo agente causal es el virus del papiloma humano (VPH), ocupa, después del de mama, el segundo lugar como causa de mortalidad en mujeres mexicanas entre 25 y 64 años de edad. En la región norte sobre todo el cáncer de mama ha ido en aumento.

Según la Organización Panamericana de la Salud, se calcula que en México se diagnostican cerca de 12 mil nuevos casos al año y ocurren 12 muertes diarias por el cáncer cérvico uterino, siendo más frecuente en los estados del sureste del país.

Dependiendo de la edad y del avance en que se encuentre el cáncer de cérvix, la mujer debe someterse a tratamientos que implican desde cirugía, radiaciones en la pelvis y quimioterapia, hasta la remoción de la matriz y los ovarios (histerectomía).

"Estos hechos, más el desconocimiento existente respecto a dicha enfermedad, derivan en situaciones que pueden dañarla psicológicamente a ella y a su familia", indicó Dolores Gallardo Rincón, oncóloga.

Uno de los procesos más traumáticos es la histerectomía, que es percibida como una mutilación. De acuerdo a la experta, "las pacientes expresan que tienen una sensación de cómo si estuvieran vacías por dentro, se quejan de que su pareja ya no las busca". Además, es posible que presenten síntomas menopáusicos, estados de melancolía y ansiedad. Debido al cáncer de cérvix, la vida sexual de la mujer se ve fuertemente trastornada.

Según la especialista, las pacientes temen que si tienen relaciones tras el diagnóstico pueden lastimarse, que el tratamiento ya no funcione haciendo que el carcinoma reincida; o bien, que haya alguna alteración en la función sexual luego de la histerectomía. De hecho, algunas afectadas experimentan una disminución o incluso un bloqueo mental del deseo sexual, es por eso que consideró que es necesario recibir atención psicológica de apoyo.

Y es que muchas veces la mujer se enfrenta sola a este complejo escenario, sin apoyo de su pareja. La especialista reconoció que, en ocasiones, las enfermas sufren la indiferencia o el abandono por parte de su compañero sentimental.
Torreón, Coah.

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